El Índice de Dispersión Urbana es una métrica diseñada para medir cómo se distribuye el desarrollo en una ciudad o territorio. Este indicador permite evaluar si el crecimiento urbano está concentrado en un área específica, disperso por el territorio o si combina características de dispersión con policentricidad, es decir, la presencia de múltiples centros urbanos.
Comprender estos patrones no solo es relevante para interpretar la evolución urbana, sino también para informar decisiones estratégicas relacionadas con la movilidad, los servicios y la sostenibilidad.
¿Qué mide el índice de dispersión urbana?
Este índice analiza tres componentes clave:
- Distancia al centro urbano
Evalúa la extensión del desarrollo en relación con el núcleo central de la ciudad. A través de herramientas como el análisis de redes o estimaciones de densidad, se calcula la proximidad de las edificaciones al centro urbano, lo que aporta información sobre la expansión de la ciudad hacia la periferia. - Densidad construida
Examina la proporción de espacio construido frente al espacio abierto. Esto se realiza dividiendo el territorio en teselaciones, polígonos que representan unidades equidistantes de los edificios cercanos. Este análisis refleja la intensidad del desarrollo en diferentes zonas del territorio. - Distribución de viviendas
Identifica patrones de ocupación residencial mediante el análisis de clústeres, definidos por un número mínimo de edificios residenciales y una distancia máxima entre ellos. También se presta atención a las viviendas aisladas fuera de estos clústeres, que suelen ser indicadores de dispersión significativa.
Implicaciones del análisis de dispersión urbana
Más allá de medir el crecimiento urbano, este índice permite comprender cómo se organizan las distintas partes de un territorio, revelando sinergias y desconexiones entre áreas urbanas y rurales. Los territorios funcionan como sistemas interconectados compuestos por núcleos urbanos, zonas rurales, elementos naturales y redes de infraestructura. Una alta dispersión puede dificultar la cohesión territorial, mientras que patrones mejor organizados favorecen una gobernanza más eficaz.
Este enfoque también complementa otros índices, como los de urban sprawl, que abordan aspectos más generales del crecimiento urbano como la accesibilidad, la proximidad a servicios y la calidad del entorno construido. Mientras los índices de sprawl se enfocan en evaluar la calidad del desarrollo urbano, el índice de dispersión se concentra en la organización espacial de los elementos urbanos.
Metodología y aplicaciones
En línea con la definición de ciudades basada en las personas de ONU-Hábitat, se propone un Índice de Dispersión Urbana que se enfoca en las concentraciones (cluster) de viviendas en lugar de los límites administrativos tradicionales.
Para calcular el Índice de Dispersión Urbana, se utiliza una escala normalizada de -1 a 1, donde -1 indica mayor dispersión y 1 mayor compactación. El cálculo se lleva a cabo en tres pasos principales:
- Distancia al centro urbano: Localización de edificios, identificación del centro de la ciudad y cálculo de distancias a través de análisis de redes.
- Densidad construida: Análisis de la proporción entre espacio construido y abierto mediante teselaciones.
- Distribución de viviendas: Identificación de clústeres residenciales y viviendas fuera de estos.
Las herramientas adaptadas a sistemas de información geográfica (GIS) son clave para el desarrollo de territorios inteligentes. Estas plataformas interactivas permiten visualizar y analizar los resultados de Índices de Dispersión Urbana, ofreciendo representaciones detalladas y escalables. Su capacidad para identificar áreas prioritarias de intervención promueve una toma de decisiones informada y fundamentada en datos, optimizando la planificación y gestión de los territorios.
¿Cómo Mb3-Gestión contribuye a la planificación territorial?
En Mb3-Gestión contamos con amplia experiencia en el desarrollo de herramientas y soluciones para analizar la dinámica territorial y urbana mediante indicadores como el Índice de Dispersión Urbana. Nuestro equipo combina el conocimiento técnico con un enfoque estratégico, brindando soporte a administraciones públicas y actores clave en la toma de decisiones para la gestión de territorios inteligentes.
Integramos estas métricas en plataformas de inteligencia territorial que permiten una visualización clara de los datos y la identificación de patrones críticos. Esto facilita la planificación basada en evidencia, abordando retos como la expansión descontrolada, la cohesión territorial y la optimización de servicios públicos.
Trabajamos con territorios de diferentes escalas y magnitud para mejorar la sostenibilidad, la movilidad y el bienestar de los ciudadanos. A través de una planificación más integrada, ayudamos a transformar los datos en decisiones concretas que impacten de forma positiva en la calidad de vida.
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