Tendencias para las ciudades y territorios: ¿solo hablamos de tecnología?
Nuestra manera de vivir está cambiando vertiginosamente cada día hacia una sociedad más tecnológica y asentada en territorios urbanos, dejando atrás la tradicional vida rural de antaño. No hay más que ver las estadísticas para atestiguarlo, puesto que en ellas se asegura que de cara a 2050 el 70 % de la población vivirá en las grandes urbes.
Debido a esta decisión poblacional, ya por razones económicas o ya por motivos sociales, debemos tener en cuenta los nuevos modelos de vida y apostar por unas ciudades capaces de acoger a una densa población en un espacio determinado y hacer posible que se administren los recursos disponibles de una manera responsable y sostenible.
La Smart City ha sido un sector emergente en estos últimos años por múltiple razones: el uso eficiente de los recursos, el gran desarrollo tecnológico, el avance en la implantación de la sostenibilidad en todos los ámbitos –remarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Agenda 2030-. Pero además, y quizás sea el motivo más importante para el crecimiento del sector, el incremento del interés del ciudadano con su entorno y su implicación en los problemas que le atañe. El ciudadano ha comenzado a tener un papel crucial en las Smart Cities.
Por lo que hablar de la ciudad inteligente en 2020 no es hablar solo de tecnología. Las tendencias actuales en este ámbito apuestan por las redes inteligentes, la generación distribuida y no centralizada, la medición del gasto energético de la población, la sensorización y los edificios inteligentes, la implantación del vehículo inteligente, el uso avanzado de las TICs,… pero sobre todo, y más allá de todo lo referido anteriormente, por el concepto de Smart Citizen.
El ciudadano está en el epicentro de las decisiones públicas y privadas. Es la razón por el que se crea y se desarrolla un entorno inteligente, eficiente y sostenible. Sin lugar a dudas, ya no hablamos de desarrollo tecnológico como motor del cambio pues como tal, no hay avance ni evolución inteligente. En todo caso, la tecnología es solo el medio y el ciudadano es el fin.
La ciudadanía forma parte activa del cambio–tanto en la gran urbe como en las zonas rurales- y es gracias al uso que realizan de las tecnologías de la información y la comunicación por lo que se hace real el concepto de territorio inteligente.
Esta tendencia referida al término Smart Citizen es lo que regirá al sector en los próximos años: los nuevos modelos de gobernanza, la importancia de la participación ciudadana, la gestión transparente de lo público, la escucha activa, la colaboración público-privada, la innovación social,… serán aspectos clave en las ciudades inteligentes.
Las administraciones públicas, en su camino hacia la transformación digital, se guiarán por el concepto englobador de Smart Citizen y las empresas tecnológicas crecerán a partir de la demanda de un ciudadano más activo y participativo.
En MB3GESTIÓN llevamos desde hace ya un tiempo apostando por el ciudadano como eje central de nuestros desarrollos y soluciones tecnológicas entendiendo que es el mejor camino para aunar esfuerzos y abordar los procesos de transformación de las ciudades hacia la Smart City. #SolucionesQueMejoranNuestroEntorno